Nota importante.
Los temas de examen de Selectividad referidos a esta obra son: la
técnica del realismo mágico; la importancia del honor; el perspectivismo como
técnica narrativa; análisis de los personajes.
1.
Introducción
Gabriel García Márquez
(Aracataca, Colombia, 1928; Premio Nobel, 1982) es uno de los escritores más
importantes y representativos del llamado “boom” de la novela latinoamericana.
Sus primeros libros fueron La hojarasca (1955),
El coronel no tiene quien le escriba (1961),
La mala hora (1962) y Los funerales de Mamá grande (1962); su
obra más conocida es Cien años de soledad
(1967).
En ella
presenta la creación, desarrollo y decadencia de Macondo (pueblo mítico donde
convive lo mágico, lo milagroso, lo fantástico y lo real), vista a través de
siete generaciones, que sufren soledad, incluso después de muertos. Son los Buendía y los que les rodean. En este relato se sintetizan múltiples temas
de la novela hispanoamericana. Macondo
atravesará todas las vicisitudes de Colombia a lo largo de un siglo. Además en el relato se pueden observar
abundantes situaciones sociales y psicológicas, como son el machismo, el
matriarcado, la incapacidad de amar, etc.
También aparecerán, entre otros, el tema religioso y el poder de la
naturaleza.
Otras obras importantes de este
mismo autor son: El otoño del patriarca (1975),
Crónica de una muerte anunciada (1981),
El general en su laberinto (1989) y
El amor en los tiempos del cólera (1985).
Con Crónica de una muerte anunciada García
Márquez rinde homenaje al periodismo, profesión que ejerció en su juventud y de
la que siempre sintió nostalgia. En efecto, el relato adopta forma de crónica y
representa un acercamiento entre lo periodístico y lo narrativo. En cuanto a la
ficción, se acerca al género policíaco.
La historia se
inspira en un suceso real, acontecido en 1951, que tuvo una amplia difusión en
la prensa de la época. Por presiones familiares, en especial de su madre, que
aparece como personaje en la obra, García Márquez esperó treinta años para
contarla. El tiempo trascurrido entre la historia y el relato le permitió
conocer el destino posterior de algunos personajes y recomponer novelescamente
el conjunto.
Ha
sido llevada al cine (director: Franceso Rosi, interpretada por Rupert Everett,
Ornella Muti y Gian Maria Volonté; 1987).
SIGUE....
2.
Argumento
La novela
narra el asesinato de Santiago Nasar a manos de los hermanos gemelos de una
novia repudiada la noche de su boda, cuando el marido descubre que no era
virgen.
En un pueblo
cercano a la costa caribeña se casan Bayardo San Román y Ángela Vicario. Tras
celebrar la boda, el marido descubre que su esposa no es virgen, por lo que la
devuelve violentamente a la casa paterna y sufre una profunda crisis al
sentirse engañado y ultrajado. Ángela acusa a Santiago Nasar de su deshonra.
Para defender el honor familiar los hermanos de la joven se ven obligados a
perseguir al ofensor por todo el pueblo. A pesar de que todo el pueblo conocía
lo que iba a suceder y de los múltiples intentos por evitarlo, una serie de
fatales coincidencias permiten que se cometa el crimen. Pasados los años,
Bayardo y Ángela se reúnen y viven juntos el resto de sus días.
El relato se
abre con una información clara y matizada: “El
día que lo iban a matar, Santiago Nasar se levantó a las 5.30 de la mañana para
esperar el buque en que llegaba el obispo”. En una anticipación, o
prolepsis, anuncia la muerte del personaje central y después reconstruye los
acontecimientos, encajando las diversas piezas.
La novela se
sitúa en el periodo que transcurre desde el fin de la boda hasta la consumación
del anunciado crimen. A lo largo de cinco secuencias se realiza una detallada
investigación, enriquecida con diversos testimonios de los personajes de la
obra; al mismo tiempo se recorren numerosos aspectos de la vida de los
protagonistas, desde la infancia a la vejez. Pese a conocer el final, el
interés se conserva durante todo el relato.
3.
Temas
3.1. El honor
El
tema fundamental es el sentido del honor, por el que los hermanos Vicario tienen que
matar a Santiago como una obligación inexcusable y única forma de restaurarlo.
El honor legitima su conducta, por sangrienta que esta sea.
En
relación con este tema aparece la violencia.
Surge descarnada y atroz. Está inserta en el código del honor que rige la moral
colectiva de todo un pueblo. Esta moral conservadora es una norma de vida y por
ella se puede matar. La violencia es la única forma de respuesta a cualquier
violación del código del honor, enfocado en este caso en la moral sexual, que
exige que la novia llegue virgen al matrimonio.
Esta
forma de lavar la deshonra, la venganza sangrienta, era una idea ya presente en
la tradición del teatro clásico español de Lope de Vega o Calderón de la Barca.
Comparte
otro rasgo con dicho concepto clásico del honor: la honra tiene una cualidad
pública: lo grave no es que se haya cometido un acto de deshonor, sino que se
sepa públicamente. Ello permite a las amigas de Ángela aconsejarla para que
haga aparentar que es virgen, derramando mercuro-cromo en las sábanas.
El crimen de
los Vicario es la forma más patente de violencia, con una carga atroz y brutal
de cuchilladas. Pero la violencia tiene
otras manifestaciones: aparece en Santiago, que desde niño aprende el dominio
de las armas y duerme con una escondida bajo la almohada; las
referencias constantes a las guerras civiles y a las guerrillas; el lenguaje
potencia esa violencia. La escena de la autopsia también está llena de
violencia.
Por otro lado,
aunque casi ninguno desea que la venganza se lleve a cabo, casi todos desean
presenciar el crimen.
El código del
honor se relaciona con el machismo;
y ello no solo porque se requiere de la mujer una condición que no se pide al
hombre, sino también porque la mujer aparece con frecuencia convertida en mero
objeto. Incluye un componente social: el deshonor de la mujer afecta a la
familia entera.
Nótese que ese
código del honor es compartido por las mujeres: Prudencia Cotes, novia de Pablo
Vicario, nunca se habría casado con él “si no cumplía como hombre”.
Precisamente
por seguir el código del honor, los asesinos, al ser interrogados, insisten en
su inocencia, y dicen que “fue un asunto de honor”. De la misma manera, el
abogado sustenta la defensa del homicidio basándose también en que el honor
debe justificar la acción sangrienta.
Era posible
otra forma de reparar el honor: a saber, que el hombre ofensor se casase con la
mujer deshonrada. Sin embargo, los
hermanos Vicario no la tienen en cuenta; tan solo piensa en esta posibilidad
Flora Miguel, novia de Santiago Nasar, y su enfado al creer en ella provoca que
le rechace, no hable con él, y en consecuencia no le avise del peligro.
3.2. La sexualidad, el amor y el erotismo
En la novela se destacan las pasiones amorosas, motivo recurrentre
en la producción de García Márquez. La sexualidad está presente en el personaje
de Mª Alejandra Cervantes y en las referencias a las “presas” de Nasar.
Esta sexualidad viene acompañada
de matices machistas, por supuesto. Divina Flor, hija de Victoria Guzmán –la
criada, antigua amante del padre de Santiago- está destinada a la cama de
Santiago: el acosador comportamiento de Santiago para con ella es causa de que
Victoria Guzmán no le avise de las intenciones de los Vicario (por rencor y
rechazo a su soberbia actitud con respecto a su hija), o de que Divina Flor
tampoco lo haga (por su juventud y por su confusión cuando Santiago expresa
agresivamente su interés por ella).
Otra línea amorosa, que cierra el
círculo de la novela, la encontramos en Ángela, que con el tiempo se obsesiona
con Bayardo, y le escribe cartas durante diecisiete años hasta que él vuelve.
Escribe el autor: “descubrió entonces que el odio y el amor son pasiones
recíprocas”.
Precisamente, el epígrafe inicial
de la obra recuerda una poesía de Gil Vicente: “la caza de amor”: “La caza de amor / es de altanería: /
trabajos de día, / de noche dolor”. Bayardo San Román, cual ave de
cetrería, fija sus ojos en Ángela, su presa, y actúa desplegando sus artes y su
poder; especialmente su capacidad económica, que le permitirá comprar sin
piedad la casa del viudo Xius. Su riqueza es la que hace que la familia de
Ángela quiera que se case; pero ella, al principio, aún impresionada por San
Román, lo ve como un hombre soberbio y altanero.
Ángela es una “garza guerrera”,
pues se enfrenta a San Román descubriendo que no es virgen; y será más guerrera
aún cuando, a través de las cartas, inicie la recuperación de San Román. Pero
también es otra garza guerrera, Mª Alejandra Cervantes, quien dirige el
prostíbulo del pueblo; el narrador así la consideró, hablando con Santiago, que
al conocerla perdió el sentido. Es interesante observar que el narrador estaba
ligado a ella de algún modo –ella le dejaba la puerta sin tranca por si venía-,
pero Alejandra le tenía a Santiago el mayor de los respetos: no se acostaba con
otro hombre si él estaba presente; no se pudo acostar con el narrador tras la
muerte de Santiago, porque “le olía a él”; y lloró su muerte comiendo “un plato
babilónico”, su única forma de llorar.
Cabe citar, finalmente, en lo que
a la sexualidad respecta, el machismo social: sus hijas, señala la madre de las
hermanas Vicario, están hechas para sufrir, y por eso serán buenas esposas.
3.3. El destino
Un elemento
fundamental de la obra es el fatum/destino. El sino trágico que, por una
serie de casualidades adversas llevan a Nasar a un trágico final. Como en una
tragedia griega (en la cual incluso no falta el coro: el pueblo entero). Vemos
la imposibilidad de escapar del propio destino, que se cumple fatalmente (no
sólo para el protagonista). Santiago
Nasar muere porque está destinado a morir, y ese destino, aunque existen signos
premonitorios, aunque incluso los mismos protagonistas parece que no desean
llevar a cabo el crimen, es inevitable.
Toda una serie
de circunstancias y casualidades se conjugan para que el homicidio se lleve a
cabo. Muchas de ellas se relacionan con torpezas o debilidades humanas; lo que
hacen, o dejan de hacer los personajes, contribuye precisamente a la
consecución de ese destino:
· La
madre de Santiago Nasar sabe interpretar sueños y se equivoca.
· Si
el obispo se hubiera quedado, probablemente no habría sucedido el homicidio.
· La
madre cierra la puerta (sin querer); de no hacerlo, su hijo podría haberse
salvado.
· La
hija de la criada deja la puerta abierta, cosa que nunca hace.
· Todos
creen que Santiago Nasar sabe lo que se avecina.
3.4. La religión.
Otro tema de
la obra es la religión: el autor
trata el tema de forma burlesca e irónica, lo que evidencia una actitud
crítica, a través de la visita del obispo y de las expectativas que provoca en
el pueblo.
En clave
religiosa puede entenderse la muerte de Nasar, que ha sido puesta en paralelo
con la crucifixión de Cristo; en el mismo sentido puede entenderse buena parte
de la onomástica (Pedro, Pablo, Santiago, Cristo, María, Lázaro, etc.)
La
religiosidad contrasta con la intensa presencia de la superstición, inserta en la mentalidad de muchos personajes: la
madre de Santiago interpreta los sueños, Luisa Santiaga posee el arte de la
adivinación, las creencias religiosas conviven con lo invisible y lo
sobrenatural...
3.5. Aspectos sociales
El narrador no deja de reparar en la
pacífica comunidad árabe que vive en el pueblo, comunidad culturalmente
integrada (son católicos, solo hablan árabe en raras ocasiones), pero
diferenciada (se casan entre ellos, tienen costumbres propias). Son pacíficos, se temieron sus posibles
represalias, pero no mostraron más que tristeza tras la muerte de Nasar; su
actitud contrasta y pone en entredicho la moral del resto de la gente del
pueblo, que, tras el crimen, experimenta un agudo sentimiento de culpabilidad.
Santiago Nasar había suscitado la envidia de la población, por su riqueza.
3.6. La verdad
La
imposibilidad de acceder al conocimiento de la verdad es uno de los aspectos de
la novela que más llaman la atención, ya que deja sin aclarar un aspecto
fundamental de la historia: cómo fue posible que el asesinato de Santiago Nasar
no pudiese llegar a ser evitado dadas las circunstancias públicas en que se
desarrolló. Es más, ni siquiera llegamos a saber si fue Santiago Nasar el
culpable de la deshonra de Ángela Vicario.
Dado que la
novela se presenta como la reconstrucción casi periodística de unos hechos
reales a través de una minuciosa investigación, la conclusión de la misma
dejando sin resolver aspectos tan esenciales pone de manifiesto la dificultad
extrema de alcanzar en ocasiones el conocimiento de la verdad, sobre todo, cuando,
como es el caso, se indaga con cierta profundidad en los hechos.
Incluso hay
aspectos circunstanciales no aclarados: por ejemplo, si llovía o hacía un sol
radiante el día de la muerte.
3.7. El poder institucional
Aunque no es
el tema central de la obra, se observan algunas críticas al poder
institucional: el padre de Bayardo San Román, militar condecorado, viene
descrito de forma poco atractiva; el coronel Aponte, el alcalde, no actúa con
la debida diligencia en el caso; la autopsia no se realiza en las condiciones
debidas por falta de medios. Tan solo el juez, en su instrucción, parece ser
muy concienzudo, y, sin embargo, salpica el sumario de anotaciones subjetivas y
literarias, y una de sus preocupaciones es determinar si efectivamente Santiago
Nasar había sido culpable de la caída en el deshonor de Ángela Vicario.
4.
Estructura
Se estructura en cinco partes o
secuencias de extensión homogénea que no pueden calificarse exactamente como
“capítulos”, dado que no se sigue un orden lineal. Se presenta la historia con
profundas alteraciones en la ordenación de los hechos. Ello se logra a través
de una serie de anticipaciones, retrocesos, reiteraciones y rupturas que
conforman una estructura que sigue el modelo del puzzle o rompecabezas.
La novela presenta una estructura
circular, pues la muerte es el principio y el final del relato. Asimismo, el
inicio revela el final, y la trama no avanza en el tiempo, puesto que cada
capítulo añade información nueva al mismo periodo temporal que se relata.
Pese a la sensación
de caos, cada una de las cinco partes gira sobre un eje (personaje o suceso)
que se complementa con datos circunstanciales diversos:
· La
1ª parte tiene una función de despliegue de conjunto y gira en torno a un
personaje, Santiago Nasar, y al viaje del obispo.
· La
2ª tiene como eje, en principio, a otro protagonista, Bayardo San Román; luego
gira hacia la figura de Ángela Vicario y su familia. El final viene marcado por
una tensión climática: la devolución de la novia y la acusación contra
Santiago.
· La
3ª desarrolla las circunstancias y detalles previos al asesinato. El eje es
ahora los hermanos Vicario, Pedro y Pablo.
· La
4ª tiene un primer eje en la descripción de la autopsia del cadáver de
Santiago; a ello le sigue la ceremonia del entierro y la inquietud del pueblo
por la posibilidad de que la comunidad árabe intente vengar el asesinato. Toda
esta parte es cronológicamente posterior a la siguiente.
· La
5ª, tras una panorámica del estado de ánimo de la gente del pueblo y una
referencia a la dimensión judicial del crimen, se retrocede nuevamente para
enfocar el itinerario de persecución, encuentro y muerte de Santiago.
Aunque la
evolución de lo narrado es zigzagueante, es claro que el modelo de
estructuración de la fábula es de carácter circular y cerrado: la muerte de
Santiago Nasar, a manos de los Vicario, anunciada ya en las
primeras líneas, es el motivo narrativo que cierra la historia. Principio y fin
nos llevan a un mismo y único punto: empieza igual que acaba, con la muerte del
protagonista.
5. Principales técnicas narrativas
5.1. El punto de vista de narrativo
El punto de vista narrativo es
múltiple y cambiante; aparece el llamado perspectivismo.
Narrador, protagonistas y testigos van intercambiando su propia visión de los
hechos con frecuentes alteraciones y contradicciones. Ello sirve para
relativizar la visión sobre lo sucedido y abrirlo a la duda. Se le ofrece al
lector un mosaico, pues presenta
varias voces o visiones diferentes de los hechos (entrevistas, sumario del
juez, recuerdos personales del narrador); el lector debe participar activamente
en la comprensión de la obra, pues tiene que valorar, relacionar los detalles,
e interpretar.
Veintisiete
años después del crimen, un amigo del protagonista decide reconstruir la
historia. Este es el narrador, uno de los personajes de mayor riqueza y
complejidad. Es un narrador interno y adopta el punto de vista de un personaje
secundario, cuyo nombre no se menciona. Es un eje movedizo que va
reconstruyendo parte para él medio olvidadas o desconocidas de la historia. Su
voz da paso a otras voces que surgen en la narración. Ocupa el papel de
cronista que reconstruye un caso incompleto en un sumario, un caso del que en
parte ha sido testigo. La reconstrucción se va situando en diferentes momentos
de los veintisiete años transcurridos. Sus fuentes son: sus propios recuerdos,
la correspondencia que mantuvo con su madre, el informe de la autopsia, el
sumario del caso, los testimonios de varios personajes relacionados con el
suceso, a los que entrevista.
Las
técnicas narrativas empleadas son variadas:
1. Usa el
estilo directo para recoger declaraciones de testigos o trasmitir ciertos
fragmentos de documentos.
2.
Emplea la tercera persona para
marcar la distancia con ciertos hechos.
3.
Se convierte en narrador testigo
(en 1ª persona del singular o del plural) para matizar sus propios recuerdos,
4.
La narración intenta ser objetiva
cuando da paso a otras voces, mientras que las descripciones están llenas de
subjetividad y mayor sensibilidad.
En la obra coexisten la narración
con la descripción; los diálogos no tienen tanta importancia.
Se observa un detallismo descriptivo (se indican con
precisión las horas y los minutos, las técnicas de lavar los cuchillos por
parte de los asesinos…). Destaca la descripción visual con mezcla de elementos
estáticos y dinámicos (“desde que asomó
por la ventana del automóvil…”: la llegada de los padres de San Román); la
descripción paisajística, cromático-poética (“La
luna estaba en el centro del cielo…”:
cuando Santiago señala el alma en pena de un barco negrero hundido); los
pasajes narrativo-descriptivos con diálogo y acotación del narrador (“..le asestó un segundo golpe casi en el
mismo lugar. «Lo raro es que el cuchillo volvía a salir limpio», declaró Pedro
Vicario al instructor”.)
5.2 El realismo mágico
El realismo mágico es una técnica
narrativa de mediados del siglo XX; consiste en mostrar lo irreal o extraño
como algo cotidiano y común. Pretende dar verosimilitud interna a lo fantástico
e irreal. No se trata de "presentar la magia como
que fuera real", sino de presentar "la realidad como si fuera
mágica". Es una focalización de lo sobrenatural.
En las
novelas y cuentos mágico-realistas, el narrador presenta hechos improbables,
oníricos e ilógicos de manera natural, sin asombrarse por ellos ni darle al
lector una explicación como si pertenecieran a la realidad. En el realismo
mágico confluyen la influencia del psicoanálisis y del surrealismo europeo, que
hacen hincapié en los sueños, el inconsciente y el irracionalismo, y la influencia
de las culturas indígenas precolombinas con su tradición de leyendas,
supersticiones y mitos en los que se producen hechos fantásticos.
Esta
corriente surge tras una época en que la literatura hispanoamericana seguía el
realismo, regionalismo, indigenismo y literatura de protesta, aunque en las
obras de realismo mágico aún perviven ciertas características de estas
tendencias anteriores.
El
realismo mágico floreció con esplendor en la literatura latinoamericana de los
años sesenta y setenta, a raíz de las discrepancias surgidas entre cultura de
la tecnología y cultura de la superstición, y en un momento en que el auge de
las dictaduras políticas convirtió la palabra en una herramienta infinitamente
preciada y manipulable. Los principales autores del género son Miguel Ángel
Asturias, Jorge Luis Borges, Juan Rulfo, Arturo Uslar Pietri, Carlos Fuentes,
Julio Cortázar, y, sobre todo, Gabriel García Márquez; su novela Cien años de soledad (1967) es la
obra más notable del realismo mágico.
El
realismo mágico en esta obra se observa en el gusto por insertar lo
extraordinario dentro de la normalidad de lo cotidiano. Se aprecia en la forma
en que el olor de Santiago Nasar permaneció en los gemelos Vicario días después
de muerto, la aparición de un "pájaro fluorescente", una especie de
ánima sobre la iglesia del pueblo; la mención del alma de la viuda de Xius,
quien dice estar haciendo todo lo posible para recuperar sus cachivaches y su
casa de muerte.
Observamos también el
realismo mágico en la importancia de los sueños, de lo onírico, sueños que
pueden ser interpretados.
El
realismo mágico también aparece en la hipérbole, en la desmesura. Pocos
integrantes del pueblo se dignan avisar a Santiago Nasar de que lo buscan para
matarlo, ya sea por temor, o por la simple suposición o certeza de que ya está
enterado de la situación y por lo tanto fuera de peligro. Este silencio masivo
es lo que termina causando la muerte de este personaje. La hipérbole también se
ve presente en la forma en que lo asesinan: “Desesperado, Pablo Vicario le dio
un tajo horizontal en el vientre, y los intestinos completos afloraron con una
explosión"; sorprendentemente, Santiago sigue vivo, andando, sujetando sus
entrañas con las manos.
Otra
característica esencial del realismo mágico es la unión o sincretismo de los
contrastes. En la obra conviven, por ejemplo, las convenciones morales y
religiosas con las supersticiones, y con una sexualidad y un vitalismo
desaforado.
En cuanto
al aspecto religioso, existen numerosas situaciones y símbolos que crean un
clima de religiosidad y en ocasiones apuntan al carácter sobrenatural de
Santiago Nasar. Así, el color de su vestimenta recuerda la túnica de Jesús; la
visita del obispo el día del crimen; los nombres de los personajes, muchos de
ellos de resonancias bíblicas (Pedro, Pablo, Santiago, Poncio…). Además, se
destaca que Nasar no derramaba sangre, a pesar de todas las cuchilladas
recibidas.
5.3 Tratamiento del tiempo
La época en
que trascurre la acción carece de interés y está prácticamente omitida. En cambio
el tiempo interno, el de la duración de la historia, está bien precisado: es un
tiempo abreviado, condensado, que abarca las apenas veinticuatro horas que van
desde el domingo de la boda hasta el lunes del crimen. Hay que señalar, no
obstante, que la historia se amplía y deriva hacia un final feliz (con tintes
folletinescos) con el reencuentro de Ángela y Bayardo veintitrés años después
del crimen.
El tratamiento
del tiempo es uno de los aspectos más interesantes de la novela. El tiempo
fluye de forma no lineal, circular y caótica, con el constante empleo de
analepsis o “flash-back” (retrocesos en el tiempo), prolepsis (saltos al
futuro), elipsis (tiempo omitido). A pesar de que el narrador no sigue un orden
cronológico en la narración, aparecen numerosas referencias temporales, algunas
muy precisas, en consonancia con su carácter de crónica. En este relato se
entremezclan varios planos:
- La narración de los hechos,
reconstruidos veintisiete años después, con comentarios personales del
narrador.
- Los testimonios del suceso que cita el
narrador y que son posteriores al asesinato (informe judicial, autopsia,...)
- Los comentarios en estilo directo de
los personajes en el momento en que están sucediendo.
- Otras intervenciones en estilo directo
que reproducen las entrevistas de narrador con ciertos personajes.
El
anuncio de la muerte se repite muchas veces en el relato, así como otros
detalles de la historia. Esas constantes repeticiones determinan el ritmo de la
novela.
La
narración concluye con la descripción de la muerte del protagonista, ya
anunciada al principio de la obra, lo cual permite hablar de estructura
cerrada.
5.4
El espacio
La
historia se desarrolla en un pequeño y aislado pueblo, cuyo nombre se omite.
Está cerca, pero no en la costa; el río lo conecta con el exterior. Se presenta
como un laberinto de calles, casas, tiendas, plazas y patios, que constituye el
trágico itinerario de la persecución de los hermanos Vicario para cumplir su
venganza y dar muerte a Santiago Nasar. Hay lugares específicos de especial
relevancia como la casa de Nasar y sus dos puertas; la plaza; una tienda; la
casa del viudo Xius; el puerto,.... En este espacio es importante la
participación colectiva de sus habitantes, implicados bien como colectivo, bien
como individuos más afectados por los sucesos.
5.5. El humor
La
obra está salpicada de rasgos cómicos, que se relaciona con las descripciones
hiperbólicas a que nos hemos referido, y que sirven no solo para ofrecer un
anticlímax, sino para incrementar el realismo mágico.
De
larga tradición en la literatura en castellano (El Quijote, de Cervantes; poesía satírica y prosa picaresca de
Quevedo; “esperpentos”, de Valle-Inclán), el humor aparece en la obra en
diversos momentos, a veces en su forma de humor negro o macabro: así, la madre
de Santiago sabía interpretar los sueños ajenos, si se los contaban en ayunas;
el silbato del buque deja calados a los espectadores, por el vapor; el obispo
sigue dando bendiciones cuando ya ha dejado el pueblo; los Vicario ponen nombres
de flores a sus cerdos; no había refrigerador para el cadáver porque la única
que había de ese tamaño estaba fuera de servicio; la autopsia la hacen el cura
y un estudiante de medicina; el cura arroja las vísceras tras su bendición; el
narrador ve a Aponte un poco trastornado por la práctica solitaria del
espiritismo aprendido por correo; tras la autopsia se hace vegetariano de por
vida.
6. Los personajes
En
total hay 87 personajes.
Entre
los personajes podemos distinguir cuatro niveles: a) los protagonistas (Ángela
Vicario, Bayardo San Román, Santiago Nasar y los hermanos Vicario); b) el
narrador, María Alejandrina Cervantes, Cristo Bedoya; c) algunos testigos concretos de los hechos, consultados
por el narrador; d) el pueblo que, finalmente, y salvo algunas excepciones, que
intentan evitarlo, se aglomera para presenciar el crimen.
A
ellos debemos sumar el propio narrador.
Y
también interesa estudiar, aparte de Ángela, los otros personajes femeninos.
Los
protagonistas están caracterizados externamente y vemos cómo cambian y actúan
de acuerdo con el curso de los hechos: Ángela pasa del rechazo a Bayardo al
apasionamiento por él. Bayardo cambia de la altanería al declive al sentirse
engañado por Ángela. Pedro y Pablo Vicario son vengadores a su pesar; débiles
de espíritu, han de animarse mutuamente y recurrir a la bebida para matar.
Santiago suscita opiniones encontradas de amor y de odio, de envidia y de
admiración; machista y mujeriego, es también un joven religioso y buen hijo; su
inocencia, su descuido y su debilidad le hacen perder la vida.
El
centro del relato es Santiago Nasar,
asesinado por los hermanos Vicario tras ser acusado por Ángela de ser el
causante de su deshonra. De ascendencia árabe, veintiún años, esbelto. Hijo
único de un matrimonio de conveniencia, es descrito como alegre, pacífico,
aficionado a los caballos y las armas de fuego. Comprometido con Flora Miguel
desde la adolescencia, frecuenta el burdel de Mª Alejandrina Cervantes, con la
que se llegó a obsesionar, y acosa a las mujeres que desea. Mª Alejandrina
viene descrita como una “garza guerrera”. Santiago es, por tanto, cazador de
dos tipos de presas, aves y mujeres (recordemos el epígrafe inicial), aunque al
final será él quien resulte sacrificado. En la novela se destaca su belleza y
su carácter sobrenatural, posee un vigor poco habitual, va vestido enteramente
de blanco el día en que es asesinado, como Jesucristo, no derrama sangre, y es
capaz de caminar sosteniendo sus vísceras.
Bayardo San Román
tiene hombre unos treinta años. Representa al extranjero envuelto en el
misterio (los habitantes comentan de él que es raro, la madre del narrador lo
compara inicialmente con el diablo; se inventan historias sobre su pasado). Es
conservador, culto, dueño de una gran fortuna, hijo de una familia con poder,
atlético y de buen corazón. Su vida gira en torno a lo material, pretende
ganarse a las personas (incluida a su novia) mediante el dinero y las
apariencias. Orgulloso y caprichoso (se enamora de Ángela cuando ella cruza la
calle, y en ese mismo instante decide que será suya; compra la casa del viudo
de Xius). Tras el asesinato de Nasar, fue considerado por la inmensa mayoría
como la víctima. Tras recibir cartas de Ángela durante años, decide volver con
ella.
Ángela Vicario es
la hija menor de una familia modesta. Su padre, Poncio Vicario, era orfebre de
pobres, posteriormente pierde la vista y muere. Su madre, Purísima del Carmen
(como muchos otros nombres de la obra, tienen referencias bíblicas), había sido
maestra (“parecía una monja”). Ángela es bella, posee un aire de desamparo y
cierta pobreza de espíritu, según la describe su primo, el narrador de la
historia. Se presenta como una muchacha sumisa, vestida de negro, pero su
historia posterior muestra una fuerza interior: al principio rechaza a Bayardo,
aunque obviamente es un buen partido; se niega a ocultar su falta de
virginidad; todo ello anuncia una personalidad que no corresponde con esa
imagen inicial de sumisión. Al decir el nombre de Santiago Nasar como causante
de su deshonra (misterio que no se aclara: algunos opinan o dudan de que no fue
él, y estaba protegiendo a alguien) desencadena el drama; y descubre su amor
por Bayardo cuando la devuelve a casa; y su fuerza le permitirá alimentar ese
amor durante años, y dirigirle miles de cartas, cartas que Bayardo no abrirá,
pero que le van haciendo mella, hasta seducirle.
En
Crónica de una muerte anunciada se
muestran las diferencias de educación entre hombres y mujeres. Las mujeres son
criadas para casarse, atender a los enfermos y a la familia. Las “buenas
mujeres” son las madres, hermanas, hijas o monjas, y su función es preservar el
orden. Están además abocadas a matrimonios de conveniencia, o a ser acosadas
por los hombres. Frente a ellas se sitúan las prostitutas o las amantes.
Los Vicario son
los hermanos gemelos de Ángela y asesinan a Santiago Nasar para defender el
honor de la joven. El mayor, Pablo, fue más imaginativo y resuelto hasta la
adolescencia, aunque luego se reveló más tímido, y seguía siempre a su hermano.
Pedro nació cinco minutos más tarde que Pablo, era más sentimental y
autoritario, y fue quien tomó la decisión de matar a Santiago Nasar. Fue a la
cárcel y tenía una cicatriz que lo distinguía de su gemelo. Se sienten
obligados a matar a Santiago, pero (probablemente) no quieren: lo anuncian por
doquier, casi esperando que alguien lo impida. En un momento dado se
intercambian los papeles, y Pablo será el que animará a su hermano a la
comisión del delito. Consideran, en todo caso, que son inocentes: el honor lo
reclamaba. Tras su absolución, y un periodo en prisión preventiva, Pablo se
casa con su novia y Pedro ingresa en las Fuerzas Armadas.
El narrador.
Primo de Ángela Vicario, tiene una hermana, Margot, y un hermano, Luis Enrique.
De la misma edad de Santiago, el narrador, su hermano, Santiago y Cristo Bedoya
eran amigos. Vuelve al pueblo más de veinte años después a investigar la
tragedia. Su madre es Luisa Santiago, madrina de bautismo de Santiago Nasar,
que "Se enteraba de todo antes que
nadie en la casa, a pesar de que hacía años que no salía a la calle." "Parecía
tener hilos de comunicación secreta con la otra gente del pueblo, sobre todo
con la de su edad, y a veces nos sorprendía con noticias anticipadas que no
hubiera podido conocer sino por artes de adivinación." El narrador se
casará con Mercedes Barcha: "... en
la inconsciencia de la parranda le propuse a Mercedes Barcha que se casara
conmigo, cuando apenas había terminado la escuela primaria, tal como ella misma
me lo recordó cuando nos casamos catorce años después."
Otros personajes:
Merece mención especial Mª Alejandrina Cervantes. El narrador
la trata con el máximo cariño y respeto; de ella dice que “fue la mujer más elegante y la más tierna que conocí jamás, y la más
servicial en la cama, pero también la más severa”. Nadie reprocha su trabajo.
Intentan evitar el homicidio de forma activa,
sin éxito, muy pocos personajes: Cristo Bedoya, Luisa Santiago (madre del
narrador), el coronel Aponte. La mayoría del pueblo, por el contrario,
considera que es un asunto de honor, y que no se debe meter, o bien
malinterpretan las situaciones, y no avisan a Santiago porque creen que ya sabe
que le buscan. Son coadyuvantes de
los hermanos Vicario en la consecución de sus propósitos.
Gracias tu labor ha sido valiosa para reflexionar y aprender.
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